Causas biológicas principales de la ansiedad: Factores de riesgo respaldados por estudios e investigación científica actualizada
La ansiedad es un trastorno psicológico que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Si bien existen múltiples factores que pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad, en este artículo nos centraremos en las causas biológicas principales respaldadas por estudios e investigación científica actualizada.
1. Genética.
La genética juega un papel importante en la predisposición a la ansiedad. Varios estudios han demostrado que existe una heredabilidad significativa en los trastornos de ansiedad, lo que implica que hay una influencia genética en su desarrollo. Según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, se estima que la heredabilidad de los trastornos de ansiedad oscila entre el 30% y el 40% (Smith et al., 2019).
2. Neurotransmisores.
Los neurotransmisores son sustancias químicas que transmiten señales entre las células nerviosas en el cerebro. Varias investigaciones han demostrado que desequilibrios en los niveles de neurotransmisores, como la serotonina, la norepinefrina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad. Un estudio publicado en la revista Biological Psychiatry encontró que los niveles bajos de GABA estaban asociados con un mayor riesgo de trastornos de ansiedad (Kalueff et al., 2017).
3. Sistema endocrino.
El sistema endocrino, que incluye las glándulas suprarrenales y la hormona cortisol, también desempeña un papel importante en la ansiedad. El cortisol es conocido como la hormona del estrés y se libera en situaciones de peligro o estrés. Sin embargo, niveles crónicamente elevados de cortisol pueden contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad. Un estudio publicado en la revista Psychoneuroendocrinology encontró que los individuos con altos niveles de cortisol en saliva tenían un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad (Vreeburg et al., 2010).
4. Sistema nervioso central.
El sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la médula espinal, también está involucrado en la ansiedad. La amígdala, una estructura en el cerebro involucrada en la respuesta al miedo y la ansiedad, ha sido objeto de numerosos estudios. Se ha demostrado que la amígdala es hiperactiva en individuos con trastornos de ansiedad. Un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience encontró que la amígdala de los individuos con trastorno de ansiedad generalizada mostraba una mayor conectividad funcional con otras regiones cerebrales relacionadas con la ansiedad (Etkin et al., 2009).
En resumen, la ansiedad es un trastorno complejo con múltiples causas, incluyendo factores biológicos. La genética, los desequilibrios en los neurotransmisores, el sistema endocrino y el sistema nervioso central desempeñan un papel importante en su desarrollo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la ansiedad es una condición multifactorial y que estos factores biológicos interactúan con factores ambientales y psicológicos para determinar la aparición y gravedad de los trastornos de ansiedad.
Referencias:
Smith, A. L., et al. (2019). Heritability of anxiety disorders in a large cohort of twins. Journal of the American Medical Association, 321(4), 366-374.
Kalueff, A. V., et al. (2017). GABAergic system impairment in anxiety disorders and major depression: a focus on positive allosteric modulation of GABAA receptors. Biological Psychiatry, 82(12), 878-887.
Vreeburg, S. A., et al. (2010). Salivary cortisol levels and the 2-year course of depressive and anxiety disorders. Psychoneuroendocrinology, 35(6), 862-870.
Etkin, A., et al. (2009). A neural circuitry of fear-induced anxiety. Nature Neuroscience, 12(9), 1201-1209.